viernes, 11 de septiembre de 2009

7.500 turistas toman la ciudad



Tres trasatlánticos con más de 7.500 pasajeros atracaron ayer por la mañana en el puerto, ante la mirada expectante de los coruñeses. Los vecinos de la zona paseaban curiosos cerca del puerto. Incluso algún atrevido intentó entrar en el muelle en el que se encontraba uno de los cruceros, lo que resultó imposible debido al control policial instalado en cada una de las puertas de acceso para evitar la entrada de personas ajenas al pasaje de los trasatlánticos.


Mientras tanto, turistas italianos, ingleses y alemanes, en su mayoría, se dispusieron a recorrer la ciudad en busca de centros comerciales, tiendas y, alguno que otro, de oficinas de turismo para obtener información del casco antiguo. "No conozco la ciudad pero pedí información en el barco e intentaré conseguir alguna más para poder visitarla todo el día", comentaba el turista alemán Marko Peterman, nada más bajar del trasatlántico.


Las embarcaciones sorprendieron por su espectacular tamaño pero también por la cantidad de turistas que salían del muelle Calvo Sotelo poco después de las 10.00 horas, dispuestos a no perder ni un minuto del poco tiempo que tenían para recorrer las calles del centro. Para evitar complicaciones en la llegada y partida de los buques, las tres embarcaciones fueron repartidas por el puerto. De esta forma, en el muelle de Trasatlánticos permaneció hasta las 14.30 horas el MSC Orchestra, mientras que el Aida Luna y el crucero Prinsendam se encontraban en el muelle Calvo Sotelo, hasta bien entrada la tarde.


El MSC Orchestra, que hizo su escala inaugural en la ciudad el pasado 16 de mayo, llegó desde el Reino Unido con unos 2.550 turistas a bordo. Con 264 metros de eslora y 89.600 toneladas, este trasatlántico fue el que menos tiempo pasó en A Coruña, ya que a las 14.30 horas partió rumbo a su siguiente destino, Lisboa. Pero los turistas, en su mayoría europeos, que pasan sus vacaciones a bordo de este hotel flotante, no perdieron ni un instante de su breve estancia en la ciudad. Hazen Hallen, procedente de Gales, fue una de las turistas alojadas en el MSC Orchestra que aprovechó la mañana para hacer turismo por la zona. "Es la primera vez que vengo a esta ciudad. Estuve visitándola por la mañana y me ha gusta mucho", comentó Hallen cuando ya se disponía a subir de nuevo al barco tras una mañana de compras. El muelle Calvo Sotelo fue un ir y venir de personas de diferentes nacionalidades a lo largo de todo el día. Alemanes e italianos fueron los más vistos, pero ingleses, hispanos y asiáticos también se dejaron ver por los jardines de Méndez Núñez y el centro de la ciudad.

El trasatlántico Aida Luna, el segundo más grande con 2.050 pasajeros, compartió muelle con el Prinsendam, con un pasaje menos espectacular de 766 personas. Ambas embarcaciones, la primera de ellas procedente de Santander y la segunda, de Bélgica, permanecieron en la ciudad hasta la mitad de la tarde. "La única ciudad española que conozco es Santander porque estuvimos en ella antes de llegar a A Coruña. Me gustó mucho, me pareció una ciudad preciosa", afirmó la alemana Andrea Blome, al bajarse del Aida Luna para comenzar su visita por la ciudad. El trasatlántico Aida Luna, que realizó su escala inaugural en la ciudad el pasado día 27 de marzo, fue el que más tiempo permaneció atracado en la ciudad durante el día de ayer, para posteriormente poner rumbo, sobre las 19.00 horas, a la capital portuguesa, Lisboa. Según un cálculo aproximado, se estima que en cada escala realizada por cada uno de estos trasatlánticos, el gasto medio por pasajero y tripulante en las ciudades que visitan a lo largo de sus viajes, es de unos 60 euros por cabeza.

A estos, hay que añadirles los gastos que suponen cada una de las embarcaciones, por lo que en un sólo día la ciudad podría obtener un mínimo de beneficios de 450.000 euros gracias a la llegada al puerto de estas embarcaciones. Datos del Puerto de A Coruña confirman que de los 7.500 turistas que pasaron el día de ayer en la ciudad, de los cuales 5.300 eran pasajeros y unos 2.300 tripulantes de los trasatlánticos, el 85 % optaron por pasear por las calles coruñesas para conocer el centro de la ciudad.

Estos pasajeros fueron vistos a lo largo del día por la céntrica calle Real, aunque muchos visitantes se adentraron en el centro comercial del puerto, nada más bajar de las embarcaciones, para realizar las primeras compras y conseguir los habituales recuerdos. Esto implica que, entre visita y visita, los vecinos europeos aprovecharon para conocer las tendencias coruñesas, lo que supuso un mayor número de ventas en los comercios y establecimientos gastronómicos próximos a los muelles de Trasatlánticos y Calvo Sotelo. Solamente un 15 % del total de pasajeros de los tres cruceros prefirieron abandonar la ciudad para conocer otros puntos de la comunidad autónoma. "Visitaré la ciudad por la tarde, antes de que parta el barco, pero ahora estoy esperando a mi marido porque queremos coger un autobús para ir a Santiago de Compostela", comentaba una turista alemana que esperaba en la entrada del muelle Calvo Sotelo junto a su hijo. No sólo los turistas pasearon durante el día por las inmediaciones de los trasatlánticos.

Un buen número de agentes de seguridad se dejaron ver tanto por las entradas a los muelles, como por las inmediaciones, para impedir la entrada a los cruceros a toda persona ajena al pasaje o tripulación de las embarcaciones. La visita de estos tres barcos se inscribe en la segunda temporada fuerte de trasatlánticos de este año, en la que se espera la llegada de 19 buques. En el mes de diciembre cuatro nuevas embarcaciones atracarán en la ciudad, por lo que el número ascenderá a un total de 23 cruceros con más de 27.000 pasajeros, sin sumar la tripulación de cada uno de ellos. El 21 de diciembre el puerto recibirá la visita del crucero más lujoso del mundo, el Queen Victoria, que culminará este año.
(La Opinión)

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