lunes, 26 de octubre de 2009

Rechazada en el pleno la moción para pedir la L

Una vez más dando vueltas a lo mismo, y la demagogia como arma política. Los estados democráticos funcionan, entre otras cosas, gracias a los sistemas de garantías y a la jerarquía normativa, ¿adonde voy con esto? pues a que un ayuntamiento, por mucho que se empeñe, no puede cambiar una ley ni tomar medidas contrarias a la misma.

Si existe una ley que establece un topónimo para nuestra ciudad, y alguien tiene voluntad real de cambiar dicho topónimo, debe acudir al parlamento para conseguir esa modificación(además tiene mayoría absoluta en Santiago). Si no lo hace demuestra poca voluntad y mucha gana de hacer ruido, ¿para qué? pues coincide este embite con la polémica de que las listas municipales de adjudicación de viviendas sociales en la ciudad está hecha de modo escrupuloso con la ley, y en su momento, el PP de Carlos Negreira afirmó que ellos las revisarían y modificarían. Ahora resulta que reconocen que están bien, y como se esta diciendo por ahí en referencia al Superdesaparecido superdelegado Diego Calvo, donde dije digo digo diego.

Y siguen sin hacer entrega de las llaves de esos pisos que, creo yo, es algo más preocupante que lo de la L. ¿Casualidad en la coincidencia o ganas de desviar titulares?

No hay comentarios: