Lo común cuando nos acercamos a un blog de barrio es buscar cosas acerca del entorno en que vivimos, de lo que nos rodea más directamente, de nuestro día a día, sin embargo no debemos perder nunca la referencia de que un barrio, por encima de todo, es un lugar de encuentro de personas, y por ello no está de más que de vez en cuando nos paremos en ciertas obscenidades y miserias de la sociedad en que vivimos, en especial en un barrio como el nuestro en el que abunda la gente que emigró y ya retornó y otra que está tratando de iniciar una vida junto a nosotros. En la línea del comentario “Echo de menos el barrio” que editó una compañera hace unos días, hoy queríamos hacer estas reflexiones de algo tan lejano y, por desgracia, a veces cercano.
Estos días hemos sido testigos de noticias como la detención del ex presidente serbo bosnio Radovan Karadzic, buscado por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia por sus crímenes contra la humanidad, y hemos sentido cierto alivio al comprobar que las instituciones funcionan, que determinados crímenes nunca salen gratis, y que hay fronteras humanas que nunca se deberían haber cruzado. No obstante resulta preocupante que tras su arresto en Serbia unos miles de sus partidarios provocaron diversos incidentes en protesta por la extradición de alguien acusado de ser responsable del cerco de 43 meses sobre Sarajevo que acabó con la vida de 12.000 personas y de organizar la masacre de 8.000 musulmanes en 1995 en Srebrenica. Algunos aún quieren ver en esta actuación una injerencia en su política interna y defienden al genocida; da que pensar.
Fue noticia también la fotografía de dos niñas muertas, cubiertas con una toalla, en una playa napolitana. Las dos niñas, Violetta y Cristina, tenían 14 y 16 años y compartían el pecado original de vivir en un campamento de gitanos. Se tomaron un respiro, fueron a la playa, se acercaron al agua y fueron arrastradas mar adentro. Las intentaron salvar, faltaría más, pero una vez que murieron quedaron tendidas en la playa, cubiertas por toallas y rodeadas de bañistas que ni siquiera abandonaron su día de playa, como si nada hubiera pasado. Lógicamente surgió la polémica acerca de la deshumanización de la sociedad, sobre las medidas de acoso a los inmigrantes que ha puesto en marcha el gobierno de Berlusconi en Italia, tal como tomar las huellas a los gitanos menores de edad. La culpa de la crisis, fácil, para los inmigrantes, cargando en especial contra los rumanos; es la oportunidad para algunos de poner en marcha políticas que van más allá de la xenofobia. Nos da vergüenza ajena que esto suceda en un país democrático, civilizado y de nuestro entorno, incluso sacamos pecho y decimos ¡nosotros no somos así!
Las encuestas siempre dicen que España no es un país racista, que estamos a salvo de este torbellino, sin embargo para que hagamos un ejercicio de autocrítica y reflexionemos, hemos querido colocar la foto italiana junto con otra que está sacada, hace pocos años, en una playa española, en la que se observa una pareja tomando el sol mientras un inmigrante ahogado yace cubierto en la arena.
Es necesario reflexionar, es responsabilidad de todos.
2 comentarios:
EL activo más grande de nuestro barrio, por encima de zonas peatonales, que tambien, de centros comerciales, de plazas... es la convivencia y la solidaridad que se vive, a nadie se le pregunta de donde viene ni se le mira diferente sea del color que sea.
Desde siempre y para siempre, espero, una imagen como la que pones en tu comentario es impensable en nuestro barrio
En este barrio, es esta ciudad, esto no pasa ni de coña. Ni me imagino esto en Riazor.
¡Enhorabuena por esta iniciativa para comunicarnos los del barrio!
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