El 7 de febrero publicamos este comentario asqueados por las imágenes que nos ofreció la televisión:
"Que a pesar de que esto sea un blog de barrio uno no puede menos que mostar su indignación por lo que le ocurre a algunas mujeres, casi niñas en muchos casos, que quizá nunca llegaremos a conocer pero que provienen al fin y al cabo de otro barrio, de otro entorno obrero que habita gente como nosotros, y en fin, que hace que lo notemos más cercano.
Hoy pudimos ver gracias al vídeo que filtró la policía italiana la realidad de que se esconde detrás del mercado de la prostitución, la paliza que sufrió una chica de veinte años, ¡veinte años! a manos de unos tipos, quizá algún día fueron personas, pero a día de hoy son para nuestra retina la viva esencia de la deshumanización y de que aquello de que la prostitución es un camino de elección libre es un argumento cargado de verdades sesgadas.
La única verdad es que esta chica, madre de un niño de un año, era amenazada con represalias a su hijo que había quedado atrás en Rumanía mientras ella viajaba engañada con promesas de un futuro mejor sin saber que su futuro pasaba por ser brutalmente adiestrada para ser subastada en el mercado diario de la carne por horas.
Hoy sentí verguenza de ser un hombre, y estoy aún más convencido de que no queda más camino que ilegalizar la prostitución, pues pasa por ser la única vía para garantizar que imbéciles de este calibre no pongan más veces cuchillos en el cuello a mujeres ni hagan negocio con su incapacidad para ser y entender como personas.
Hoy de nuevo, por desgracia, toca volver sobre el tema. Corrijo, por desgracia NO, porque falta valentía para ilegalizar el comercio con personas. No valen argumentos demagógicos, cada poco tenemos una prueba más, y no tenemos más a cada instante porque miramos para otro lado porque mayoritariamente se trata de un problema que parece tocarnos de lejos; no caben medias tintas, si hay un solo caso de mujer esclavizada para comerciar con ella no debemos proseguir amparando formas legales de prostitución mientras miramos para otro lado.
Encima una buena parte del dinero obtenido así va a parar a la extrema derecha, a organizaciones como España 2000, cuya cabeza visible es un "empresario" que es a su vez responsable de "Anela", una asociación dedicada a la explotación de locales de alterne . ¿Extraña acaso que fascistas y defensores de la cosa de las razas operen así?
Algo habrá que hacer para acabar con esta lacra.
1 comentario:
Siento discrepar, pero bajo mi punto de vista, la solución a este problema pasa por la legalización y el control. Que las "putas" paguen autónomos, y que se les realicen inspecciones de trabajo, de este modo no habrá explotación alguna.
Prohibir la prostitución sería totalmente imposible, existiría siempre un mercado clandestino, sucio y de explotación que nada favorecería a las mujeres que lo ejercen.
Pienso que la mujer ha de ser libre para escoger su profesión, y si escoge LIBREMENTE ser "señorita de compañía" pues que sea con todas las garantías.
Pienso que la prostitución es necesaria porque en esta sociedad hay hombres (sobretodo), que son incapaces de echar un polvo sin pagar. Y por desgracia, hay "hombres" que si no "echan un polvo", les da por delinquir para conseguirlo, osea, violación. Y por mucho que se castigue una violación, la persona violada ya queda marcada para siempre.
Entonces, digo yo que se legalice la prostitución y que se controle como si fuera un trabajo más. Es mi opinión.
Publicar un comentario