Tribuna : | Javier Losada de Azpiazu Alcalde de A Coruña
Estas semanas, los consejos de administración de las dos cajas gallegas han dado los últimos pasos para consolidar jurídica y mercantilmente la nueva entidad financiera. A su vez, el consejo de administración de la nueva caja gallega inició oficialmente su recorrido y, en diciembre, la asamblea general, en la sede social y fiscal de la nueva caja en A Coruña, iniciará su andadura.
Han sido doce meses con diferentes vaivenes y que, pasados los momentos de máxima efervescencia política y económica, me llevan a hacer unas breves reflexiones.
La primera es que ha quedado demostrado que la ley impulsada por el presidente Feijoo y aprobada por trámite de urgencia no valió para nada, pues todo se llevó y se lleva a cabo sin que ninguna de las medidas que el presidente y su grupo parlamentario consideraron fundamentales se hayan utilizado para conseguir este resultado.
La segunda es la tranquilidad con que la sociedad gallega en su conjunto, con la excepción de una parte de ciudadanos de Vigo, asumió la necesidad de hacer una fusión que permitiese desarrollar una entidad financiera fuerte, enraizada en Galicia, que buscase y encontrase lo mejor de cada entidad, que permitiese a los gallegos contar con los recursos necesarios para seguir desarrollando sus proyectos y con la máxima seguridad en sus ahorros.
La tercera, la correcta y lúcida actuación de los profesionales de las dos cajas, al buscar que, en esta primera fase de la fusión, los equilibrios, las paridades y las estructuras fuesen una fortaleza y no una debilidad.
La cuarta, más prosaica y de menor importancia, es que la realidad no dejó en buen lugar a los que se negaron a la fusión, no pararon de hablar de caminos en solitario, de absorciones, en suma, a los que convirtieron en regate corto -ante la ausencia de un proyecto global- el eje de sus propuestas.
Y digo de menor importancia, pues la verdadera importancia es que el ahorro de los gallegos, pues estamos hablando del 46% de la población gallega como usuaria de las dos cajas, va a ser gestionado por una entidad producto del acuerdo, de la paridad en los consejos de administración y de una fusión en donde todos nos encontramos representados.
La quinta es el futuro que se abre, que no debemos olvidar. Será difícil y de gran competencia con el resto del sector, ya que al cabo de pocos años, la realidad de la entidad financiera será la de sus recursos, sus activos, sus carteras de clientes y será en el devenir de nuestra sociedad en donde la potencialidad de cada territorio marcará las estructuras y la composición de esa Novacaixagalicia.
Así lo vemos desde A Coruña y así ha sido nuestra posición. Apoyar desde el principio una fusión que permitiese a los gallegos tener una entidad financiera gallega fuerte, volcarnos en proyectar nuestra potencia económica a toda Galicia y buscar y encontrar consensos, porque de esta forma defendíamos mejor los intereses de los ahorros, de las empresas y de los empleados de la entidad Caixa Galicia y, como consecuencia, de toda la ciudad.
No necesitábamos enfrentarnos con nadie, porque nadie era nuestro adversario. No necesitábamos engullir a nadie, porque nuestro proyecto solo mira para Galicia. No necesitábamos encontrar enemigos en otras ciudades, porque somos perfectamente conocedores de nuestra fortaleza. Nuestra posición no necesitaba de variaciones ni de cambios de argumentos ante las diferentes situaciones, porque sabíamos claramente lo que queríamos hacer. Como hacemos todos los días desde Coruña para toda Galicia.
Toca ahora garantizar a los usuarios de la nueva caja que sus ahorros estén bien gestionados, que se den expectativas favorables para los emprendedores, que se preste un magnífico servicio a los clientes, que se posibilite a los trabajadores de la entidad financiera un marco laboral y de futuro estable, que se creen sinergias con las instituciones públicas, llevando a cabo un proyecto social equilibrado y eficaz, y trabajar intensamente y con inteligencia.
Si ese es el camino, seguro que las decisiones que se tomaron esta semana han sido buenas, y ahí seguiré, vigilante, en interés de los ahorradores, de las necesidades de los empresarios y de los derechos de los trabajadores.
http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2010/12/03/0003_8887587.htm
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