Un incendio en una vivienda en la calle Antonio Pedreira Ríos, situada en el barrio de Mariñeiros, provocó la alarma en el vecindario. El fuego, que se originó en el salón, calcinó esta dependencia y afectó a toda la casa. En el momento en que se produjo el incendio había una persona en el interior del inmueble que fue alertada por un viandante al comprobar que salía fuego de la ventana, según informó Bomberos de A Coruña.
El hombre, de 33 años, que responde a las iniciales O.?C.?G. y que vivía en la cuarta planta del número 44, tuvo que ser atendido por una ambulancia medicalizada por inhalación de humos y por sufrir un leve golpe en la cabeza. Según informó Cruz Roja, este vecino fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) para que fueran evaluadas sus heridas. Dos vecinos de la quinta y sexta planta del mismo edificio y en aparente estado de nerviosismo también tuvieron que ser atendidos por inhalación de humos, aunque no fue necesario su trasladado al Chuac.
Cerca de una decena de residentes fueron desalojados de sus viviendas debido al denso humo que se había acumulado en el edificio. La mayoría de ellos se encontraban durmiendo ya que el incendio se produjo sobre las 9.15 horas de ayer, momento en el que la Policía Local recibió el aviso. Los bomberos tardaron más de una hora en apagar el fuego y lograr que el humo desapareciese del inmueble.
Se desconocen, por el momento, las causas que pudieron provocar el incendio, aunque todo apunta a un radiador eléctrico situado en el salón, dependencia que quedó completamente calcinada. Asimismo, los bomberos reconocieron que el incendio pudo haber provocado víctimas mortales debido a la hora en que sucedió y a que la mayoría de los residentes se encontraban durmiendo.
Despliegue de medios
Hasta el lugar del suceso se desplazaron dos camiones cisterna del parque de bomberos de A Coruña, la Policía Local y Nacional y tres ambulancias de Cruz Roja y del 061. La zona fue rápidamente acordonada por la Policía Local y la vivienda calcinada fue precintada.
Pequeñas explosiones
Minutos más tarde de que se produjera el desalojo, los residentes del número 44 de la calle Antonio Pedreira Ríos todavía tenían el susto en el cuerpo. La mayoría de los que se encontraban en la calle habían bajado en pijama porque estaban durmiendo plácidamente en sus domicilios. Uno de estos vecinos afirmó que el ruido fue lo que lo alertó: «Escuchamos unas pequeñas explosiones al romper los cristales de la ventana. Entonces ya me di cuenta de que había fuego, avisamos a los bomberos y empezamos a gritar para despertar a los vecinos», explicó. Todos coinciden en que la rapidez con la que actuaron los servicios de emergencias fue clave. Aún así, un familiar del hombre herido no podía reprimir las lágrimas al ver que todavía salía humo de la vivienda. Y una anciana, en evidente estado de nerviosismo, se lamentaba de lo sucedido.
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