Pocas veces se toman desde los poderes públicos medidas tan decididas para tratar de reordenar los barrios y hacerlos más humanos, pocas.
Me estoy refiriendo a la limitación de alturas que el nuevo PXOUM propone para nuestra ciudad, lo que, permitirá, poco a poco, que calles estechas a cuyos pisos bajos no llega la luz del sol empiecen a tenerla.
Es una apuesta de futuro, todos deberíamos de respaldarla si somos capaces de no ser cortoplacistas, ya que nos jugamos mucho, y no deberíamos caer en la crítica fácil a quien hace lo que debe, gobernar, a mi juicio, en este caso, con buen criterio.
Anima el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria «a presentar un recurso contra la medida, porque si se materializan la mayoría de las alegaciones de los que se sienten perjudicados, el Ayuntamiento tendrá que rectificar y derogar esa norma que no es buena para nadie». ¿Para nadie? para todos los vecinos entendidos como un agregado humano, como un colectivo que saldrá beneficiado con mayor calidad de vida.
Hay quien ya se está apresurando a emponzoñar la cosa pública con este asunto, y son los mismos que derogaron las normas de protección del litoral nada más llegar a la Xunta ¿casualidad o interés?
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