miércoles, 28 de enero de 2009

MUJERES: “ese colectivo”

Un momento como el actual en el que son muchas las personas de toda ideología las que ondean la bandera violeta, es propicio para una reflexión sobre las políticas de igualdad de género.

Me refiero a aquello que los gobiernos deciden hacer o no hacer para la promoción de la situación de la mujer y para la igualdad de género, e incluyo cuando los poderes públicos no asumen la existencia del problema o deciden no actuar en determinadas esferas por considerarlas del ámbito privado.

En España, con el primer gobierno socialista, llega el feminismo de Estado y la creación en 1983 del Instituto de la Mujer, motor de las políticas públicas de igualdad de género de ámbito estatal. A partir del año 1996, en el que el Partido Popular gana las elecciones generales, sigue existiendo, pasando de estar adscrito al Ministerio de Asuntos Sociales, (con titulares como Matilde Fernández de reconocida trayectoria feminista), a depender del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, por el que pasaron Javier Arenas, Manuel Pimentel y Juan Carlos Aparicio, (a los que no se les conoce afinidad feminista alguna). El protagonismo del Instituto de la Mujer se difuminó.

Sirva como ejemplo de la voluntad política del momento en esta materia, la aprobación de la Ley para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras, en 1999. A pesar de las esperanzas que pudiésemos albergar tras la lectura del título, lo cierto es que tuvo como resultado que las mujeres conciliasen mejor consigo mismas sus responsabilidades familiares y laborales (su vida personal, si existiese, no se mencionaba). Se desvirtuó la idea de conciliación hasta el extremo de hacer necesario el desarrollo de un nuevo concepto, el de “corresponsabilidad”.

En septiembre de 2002 se debate por primera vez en el Congreso de los Diputados la proposición de Ley Orgánica integral contra la violencia de género presentada por el Grupo Socialista. El resultado: 165 votos en contra, 151 a favor. Todos los grupos políticos apoyaron la iniciativa a excepción del Grupo Popular. Habíamos perdido una gran oportunidad y tuvimos que esperar a diciembre de 2004 para que, con un gobierno socialista y paritario en el poder, se aprobase por unanimidad la Ley Orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género.

El último examen que ha tenido que superar esta ley ha sido el de las cuestiones de inconstitucionalidad, y lo ha hecho con nota. Con siete votos a favor (los de la presidenta, el vicepresidente, y los miembros progresistas), y cinco en contra (de los magistrados conservadores), el Tribunal Constitucional ha avalado la constitucionalidad de la norma.

Después de tres décadas de vigencia de la Constitución española parece evidente que la igualdad, como los otros derechos constitucionales, puede y debe ser desarrollada por ley. Y así se hizo mediante la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Se aprueba en marzo de 2007 con el voto favorable de las diputadas y diputados de todos los grupos parlamentarios a excepción de los representantes del Partido Popular que se abstienen. Atribuyen esta falta de apoyo a su desacuerdo con la aplicación de la paridad en las listas electorales, y con las medidas de obligado cumplimiento para las empresas.

Nuevamente el Tribunal Constitucional se pronuncia en respuesta al recurso de inconstitucionalidad presentado por más de cincuenta diputados/as del Grupo Parlamentario Popular, estimando que la reforma electoral es acorde con la Constitución española; y poniendo de relieve que la búsqueda de la igualdad formal y material entre mujeres y hombres constituye una piedra angular del Derecho internacional y del Derecho comunitario.

Reflexionando sobre quién es quién en las políticas de igualdad leo la noticia de que el Partido Popular de Galicia necesita, en un intento de asegurarse el acierto en el diseño de sus medidas en esta área, la contratación de un grupo de mujeres ajenas al partido que supervisarán su programa electoral, fijando su atención en el lenguaje sexista.
Núñez Feijoo, el candidato popular a la presidencia de la Xunta de Galicia destacó la “apuesta sólida e firme do PPdeG por este colectivo”, (se refería a las mujeres, más de la mitad de la población), “que non se poden quedar nunha cuota”. Y a continuación, en el acto de presentación de sus cabezas de lista, presentó a la candidata por Lugo, Raquel Arias, diciendo que a ella “nadie le había regalado nada”, aclaración que no consideró oportuna para referirse a los otros dos candidatos. Parece que sí va a tener mucho trabajo ese grupo de mujeres asesoras.

Gloria